Daniel en la guarida del león

Daniel fue uno de los hijos cautivos de Israel. Fue siervo de los medos. Por supuesto que no estaba llenando ollas de agua o algo así. Probablemente fue uno de los Nobles en Israel y fue llevado cautivo a ser un líder del pueblo. Era un buen hombre temeroso de Dios y oraba todos los días a Dios o a Jehová. Los otros líderes estaban celosos de él. Así convencieron al rey. . . Rey Darío, para decretar que solo podías rezarle al rey.

Daniel, por supuesto, no obedeció esta nueva ley, por lo que fue arrojado a la Guarida del León. Este fue probablemente un orgullo de los leones capturados alimentados alimentando a los prisioneros condenados a ellos. Darius era el amigo de Daniel y NO quería que lo ejecutaran. Daniel probablemente tenía unos 80 años cuando sucedió esto.

Daniel fue arrojado a la guarida por la noche. En la mañana, el rey Darío se acercó a la entrada de la guarida y probablemente gritó a través de la abertura para preguntar si el dios de Daniel lo había salvado. El rey Darío probablemente no esperaba otra respuesta que los rugidos de león. Pero Daniel respondió que Dios había enviado a su ángel para cerrar la boca del león. Por supuesto, un león también podría matar con garras. Obviamente, el ángel de Dios había impedido que los leones mataran y se comieran a Daniel.

Daniel fue dejado salir. . . probablemente a través de una cuerda ... y el rey Darío hizo que los hombres malvados que lo habían engañado, sus esposas y sus hijos fueran arrojados a la guarida del león. La Biblia dice que los leones rompieron todos sus huesos. Ese es probablemente un eufmismo por decir que los leones mataron y comieron a los hombres malvados y sus familias.

Es importante tener en cuenta que Dios no siempre salva a los justos de los impíos. Pero a veces lo hace. A veces, a los malvados se les permite hacer su maldad para que los juicios que vienen sobre ellos sean justos. Las personas justas que son martirizadas por los malvados están en el Paraíso. También lo llamamos el mundo espiritual. Es difícil pensar de esta manera como mortal, pero la perspectiva eterna es diferente de la perspectiva mortal. Desde la perspectiva eterna, los que mueren en el Señor están bien.

Cuando morimos nuestros espíritus abandonan nuestros cuerpos. Nosotros, como espíritus, podemos recordar toda nuestra vida mortal y posiblemente también nuestra vida premortal. El mundo espiritual está organizado por familias, de modo que cuando mueras, probablemente serás recibido por seres queridos de tu familia cuando ingreses al mundo espiritual. Hay un juicio temporal en el que estamos asignados a una prisión paradisíaca o espiritual. Las personas malvadas que mueren tienen que ir a una parte del Mundo de los espíritus llamada Spirit Prison o Hell para pagar el precio eterno por sus malas acciones mientras eran mortales.

Eventualmente todos resucitarán con cuerpos impecables. Luego nos enfrentamos con el juicio final y nos envían a uno de los tres reinos de gloria. Los justos irán a vivir con el Padre Celestial y la Madre Celestial y su primer hijo Jesucristo. Esto será en lo que se llama el Reino Celestial. Creemos que el hombre y la esposa casados, que están sellados por el tiempo y toda la eternidad en uno de los templos de Dios, podrán permanecer casados ​​para siempre y vivir como marido y mujer en el Reino Celestial. También parece que podrán vivir con sus hijos justos. El Reino Celestial también debe ser organizado por familias. Así que la familia es muy importante.

 Las personas que eran buenas pero no aceptaron todo el Evangelio de Jesucristo irán al Reino Terrestre. Se habrán quedado cortos de su potencial, pero creo que serán felices allí. Jesús debe vivir en el Reino Celestial, pero debe visitar el Reino Telestial porque él preside allí.

Las personas que fueron malvadas en la Tierra como mortales serán enviadas al Reino Telestial. Estaban muy lejos de su potencial, pero su terrible sufrimiento en el infierno habrá terminado. El Espíritu Santo preside el Reino Telestial.

Para su información, esto es toda la doctrina de la vida después de que la muerte es de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Somos miembros de esta iglesia. Creemos que es una restauración de la iglesia original de Cristo junto con la autoridad para llevar a cabo ordenanzas salvadoras. Tanto mi esposa como yo servimos en misiones para enseñar esto. Serví en Nuevo México, EE. UU. Y ella sirvió en Arizona, EE. UU. En mi misión hablé español. Nosotros cumplimos esas misiones cuando éramos jóvenes.